La adaptación de las viejas glorias a los tiempos actuales no tiene por qué acabar en una aberración. A veces llega a generar una obra de arte. El Tuning sobre coches clasicos americanos es algo que llama mucho la atención y que capta cada vez más apasionados.
Seguramente el modelo de General Motors que más repercusión ha tenido en la historia del automóvil es el Chevrolet Impala. En sus 30 años de fabricación se han vendido más de 30 millones de ejemplares, convirtiéndose así en una referencia de varias generaciones de estadounidenses desde que se presentara en 1957.
Un año después llegó al mercado, disponible en dos versiones hard top y convertible y varios motores (desde 6 cilindros en línea al V8 de 280 CV), preparado para suceder al Bel Air como número uno en ventas. Su gran rejilla, dos pares de faros delanteros y unos parachoques envolventes le hicieron asemejarse varios años al Cadillac, pero los fans de ambos modelos hicieron lo posible para diferenciarse de los seguidores del contrario.
Así las ventas fueron creciendo exponencialmente, y tras un inicio algo flojo en 1960 fue el automóvil más vendido de EE.UU. En ese mismo año pasó a competir en la Nascar, momento en el que General Motors aprovechó para lanzar el Impala SS (Super Sport), que podía pedirse con el motor V8 348 o con el poderoso V8 409 aspirado, uno de los más famosos big blocks del mundo del Hot Rod. Con la llegada del fastback en 1965 GM llegó a aumentar las ventas hasta niveles que nunca se han vuelto a repetir en Estados Unidos, con cifras que superaban el millón de ventas.
Via; maxituning