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28 de agosto de 2008

¡Vuelve el Miura!

Fue el deportivo que muchos soñaban con tener en los años sesenta. Ahora, Lamborghini quiere revivir a su Miura tal y como era antes.

¿Se puede hacer eso? ¿Sacar un icono del baúl de los recuerdos y volver a darle vida? Sí, claro que se puede. Aunque muchos directivos de grandes marcas no estén a favor y recriminen a sus diseñadores la falta de imaginación, reflexionar sobre el pasado no sólo es legítimo, sino indispensable para afrontar el presente.
Así que no maldigas tan rápido al diseñador de Lamborghini, que ha creado ese monumento llamado Miura. Se trata del italiano Walter María de’Silva, director de diseño de Audi, que desde diciembre también es responsable de la nueva línea de los deportivos italianos del grupo, los Lamborghini. Y lo primero que ha hecho es meterse con el más mítico.

¿Qué hay de nuevo, viejo? Poco, la verdad
El Miura, fabricado desde 1966 a 1972, sentó precedentes en la construcción de deportivos. Su forma era extraordinaria, obra de Marcello Gandini, por entonces empleado en Bertone Design. Gandini fue, además, el que un año más tarde crearía las líneas maestras del Diablo.

Ahora le llega el turno a Walter de’Silva, que ha partido de las formas originarias, lo ha retocado un poco y listo. De ahí que destaque por su diseño totalmente retro-clásico. Pero esto mismo ya ha ocurrido antes con otros modelos, como por ejemplo, el Jaguar S-Type, que se basa directamente en el antiguo MK II, o el Ford GT, que es una copia casi exacta del legendario GT 40. El éxito le da la razón a los diseñadores. Y eso es lo que cuenta. Para Lamborghini, eso significa que si el prototipo le gusta a los visitantes del Salón de Detroit viviremos el renacimiento más excitante de todos los tiempos. Porque el Miura volvería a ser ese biplaza coupé con raza y carácter.

Una cosa está clara y es que el motor se situará en la parte delantera, pero esta vez a 90 grados y con disposición transversal. ¿Será un doce cilindros, como el de antes? Lamborghini aún no se ha pronunciado al respecto, pero debajo del capó no puede faltar ese magnífico V12. Le bastaría el V10 del Gallardo, pero no sería nada retro, que es justo lo que el Miura pretende ser, incluso en lo que no está al alcance de la vista.

Pero esperemos que sea así en todo menos en una cosa, por favor. En el comportamiento de conducción. El Miura era famoso por su belleza, pero también por lo complicado que era conducirlo. Los cambios de carga en curvas rápidas provocaban que el coche se fuera mucho de atrás y llevarlo recto era algo reservado para los pilotos más experimentados. Pero no hay por qué preocuparse. Para eso están los sistemas de control de tracción y los sólidos chasis que construye Lamborghini.

Via: www.autobild.es

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