Giugiaro siempre es un nombre que asociamos con diseño de calidad, con puro tratamiento italiano y con vistas siempre a lo más deportivo posible. En Ginebra han optado por decantarse además por medidas más ecológicas y su lanzamiento esencialmente en el evento suizo es nada más y nada menos que un deportivo híbrido. Su nombre es Namir Concept, tomado de la palabra árabe Namir que significa “tigre”. Sus características sí que se pueden asociar con las de este felino.
Los bocetos del Namir hablan directamente de un modelo compactado en una fina estructura que deja al ojo un buen paso para el aire, un primer punto para hacerlo ahorrativo y muy ágil. Las curvas recuerdan con cierto éxito a las de los más famosos Lamborghini, con un suave pico para terminar su morro y una zaga más alta con ópticas más geométricas. La luna delantera se funde hacia atrás para hacer un *único techo semitransparente* que da una señal de su visibilidad a alta velocidad y acondiciona la temperatura del interior. Según la vista ésta forma un corazón.
Como siempre el diseñador italiano no sorprende utilizando los mejores materiales, incluyendo la fibra de carbono y el aluminio para realizar los paneles y la estructura respectivamente, todos ligeros puesto que el peso es una de las claves de su éxito. Bajo la pintura naranja y las dos parcialmente ocultas puertas de acceso se encuentra una suave piel costurada cubriendo el tapizado o un original y deportivo volante con forma hexagonal. Para el disfrute y la comodidad de los dos afortunados pasajeros se instala un sistema de infotainment perfectamente usable a través de dos pantallas táctiles.El verdadero corazón de felino se encuentra en su propulsión, una combinación clásico de propulsor a explosión y eléctrico pero con una distribución bastante diferenecida. La parte de combustión la aporta un pequeño propulsor rotativo de 0.8 litros de cilindrada situado en posición central trasera mientras que la eléctrica se encuentra en cuatro motores pequeños situados en las cuatro ruedas pero sobre la suspensión, bebiendo lógicamente su energía de unas baterías de polímero de litio.
Con la suma de ambos tipos de bloques impulsores se obtiene una potencia global de 370 CV que se pueden desarrollar prácticamente de forma instantánea. El reloj es un aliado del Giugiaro Namir y en un pisotón puede ponerse en los 100 km/h con tan sólo 3.5 segundos, tardando sólo 6.9 segundos más en alcanzar el bicentenar de km/h. El máximo está calculado en unos 300 km/h pero sus creadores apuestan a que este valor puede ser rebasado con unos simples ajustes.
Si encima podemos mezclar aceleraciones de infarto y ahorro mucho mejor. Según Giugiaro la plataforma híbrida permite alcanzar niveles de consumo de sólo 39 kilómetros por litro y rebajar la emisión de CO2 a unos 60 gr/km, evidentemente no cuando se fuerza la máquina al máximo. Calculando estas cifras en relación con los 50 litros de gasolina que puede almacenar su tanque nos encontramos ante un máximo teórico de 2.000 kilómetros de autonomía.
Vía: worldcarfans