A pesar de la locura conque se mueven los precios de la gasolina en EEUU (que ahora bajó su precio a uno de los niveles más bajos de los últimos años), simplemente los coches no se venden. Prueba de ello es la cantidad de unidades que se amontonan en diferentes puertos norteamericanos.
Solamente en uno de los puertos, en Long Beach California, Toyota tuvo que alquilar más de 93.000 metros cuadrados de espacio adicional, mientras que Daimler rentó un espacio similar para sus Mercedes-Benz que toman sol tranquilamente y acumulan polvo, esperando que las agencias requieran alguna unidad que hayan vendido. Lo que antes era una espera de unos pocos días, se ha transformado en un lento paso de varias semanas.
Lo más grave es que, según dicen los que aparentan saber, aún no hemos llegado a lo peor…
Via: motorfull