El lado oscuro del rally Dakar

Con la extraña muerte del motociclista francés Pascual Terry el día miércoles pasado, se eleva a 54 la lista de víctimas de la carrera desde 1979, entre pilotos, colaboradores, periodistas y público, incluída la muerte del mismo fundador de la carrera, Thierry Sabine en 1986.
La lista de desgracias acaecidas en el rally, inexplicablemente siempre oculta por la organización, está compuesta también por personas inocentes -niños- que mueren atropellados cada año. Cuando la carrera se disputaba en África los atropellamientos eran moneda corriente y parecía que a nadie le importaba gran cosa la muerte en medio del desierto del continente africano, siempre y cuando fueran de raza negra…
Y ni hablar del impacto ecológico que la carrera provocó (y provocará) en el medio ambiente. Sobre el tema y sobre la carrera en general, me remito a parte de un excelente post del blog de Guillermo Donari en relación a los 6.000 km que el rally recorrerá a través del desierto de Atacama: el desierto de Atacama es muy vulnerable. Con menos de 100 mm de lluvia por año, es el desierto mas àrido del mundo, allì el desarrollo de la flora es extremadamente lento y por esta razòn la existencia misma de la vida es un desafío permanente. En este contexto, la subsistencia de las poblaciones locales es particularmente difícil. Hacer una carrera de tal magnitud en Atacama será simplemente devastador, sin contar los riesgos de destrucción de numerosos sitios arqueològicos como cementerios indígenas de mas de 12.000 años.

Quiero dejar planteada una polémica que creo que viene al caso: ¿Qué se debería hacer con el Dakar? ¿Placeres de ricos y muerte de pobres o una carrera con mejor estudio y planeación?

Via: motorfull