En la primavera de 2008 comenzaba para BMW el llamado Proyecto i. Se trata de un ambicioso plan que en estos momentos se encuentra en su ecuador, que pretende poner a la venta toda una gama de utilitarios eléctricos que se conviertan en la opción más recomendable para un uso urbano. No podía ser menos, el primero de ellos será el esperado BMW Megacity que llegará a los concesionarios en 2013 y se venderá bajo una nueva filial de BMW.
La primera fotografía que tenéis más arriba es un boceto que nos adelantaría las líneas del BMW Megacity. Definitivamente no respeta todos los cánones de la estética BMW, es de esperar que guarde ciertos detalles y similitudes con el resto de modelos de Munich, así como introduciría numerosas novedades y detalles propios que se convertirán en la seña de identidad de esta saga de automóviles desarrollados por el Proyecto i.
Pronostico algo más de dos años en los que la casa bávara nos hará llegar la información con cuentagotas, para que poco a poco vayamos asumiendo que el BMW Megacity se situará justo por debajo del Mini como un producto de lujo, eficiencia y desplazamientos urbanos. Será algo así como el Smart de BMW, aunque en este caso el escenario que se han planteado es el de ofrecer dos carrocerías de dos y cuatro plazas respectivamente.Las limitaciones de los eléctricos son evidentes. Los fabricantes aún trabajan e investigan sobre nuevos modos de almacenamiento de energía que permitan una autonomía mayor sin que las baterías aumente considerablemente de peso y volumen. Desde BMW se muestran optimistas y reconocen que en los últimos dos años de investigación han aprendido mucho más que en los ocho años anteriores. En principio y con la tecnología actual no sería asumible una autonomía inferior a los 150 km.
Para BMW el uso de un propulsor eléctrico va más allá de emisiones y coste/km. El uso de motores eléctricos garantiza una entrega de potencia lineal y un confort de marcha (ausencia de vibraciones y ruidos) que sería imposible de superar para cualquier motor de combustión. De lanzarse al mercado con los motores en los que están trabajando actualmente, estaríamos hablando de una potencia en torno a los 135 CV.En un vehículo tan pequeño como éste se hace imprescindible trabajar en dos líneas: ahorro de peso y seguridad. Para resolver ambas problemáticas BMW ya está trabajando en una plataforma experimental (la podéis ver en las fotografías) que emplea una célula de seguridad (similar al Tridion del Smart de Mercedes-Benz) construida con fibra de carbono reforzada con plástico (CFRP). De llegar así a los concesionarios, BMW serían pioneros en el uso de este material en utilitarios.