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27 de julio de 2010

Top Gear prueba el Bugatti Veyron Super Sport

El Bugatti Veyron, ya de por sí, era todo desproporción y desmesura en sí mismo. Desde su precio hasta su motor, el W16 de 1.001 CV que era capaz de catapultarlo hasta los 407 Km/h, récord de velocidad para un vehículo de producción homologado para carretera (al menos hasta que llegó el SSC Ultimate Aero, superándolo con un registro muy discutido). Pero Bugatti quería más, y el Veyron todavía podía llegar más lejos, así que tras mucho tiempo de rumores, llegó el Bugatti Veyron Super Sport. 1.200 CV, tan sólo 30 unidades y un precio que dobla al del Veyron estándar. Estas son sus credenciales, una rara avis en el mundo de los superdeportivos que ahora llega a Top Gear donde se disponen a batir nuevamente el récord mundial de velocidad. Una espectacular prueba (como casi siempre en los británicos) enmarcada dentro del quinto capítulo de la nueva temporada, la decimoquinta ya, y donde James May se pone al volante para extraer la quintaesencia de este Veyron tan especial. ¿Lo conseguirá?



Para ello se van a Ehra-Lessien, uno de los circuitos alemanes de pruebas más importantes y muy utilizado por el Grupo Volkswagen. Su trazado oval, de gran longitud y rectas interminables, permite buscar velocidades tan elevadas como las que puede alcanzar el Super Sport, que alcanza los 400 Km/h casi sin despeinarse, para a partir de ahí ganar velocidad mucho más lentamente.

Mucho me temo que el apodo de Captain Slow se le queda corto a James May: 417.6 Km/h fue, finalmente, el registro marcado con el Bugatti Veyron Super Sport. Absolutamente impresionante, y más cuando escuchamos el rugir de su motor a tales velocidades, como un verdadero trueno.



Hay que puntualizar que la cifra conseguida por James May se quedó finalmente en nada al lado de la que registró posteriormente el piloto de pruebas de Bugatti, Pierre Henri Raphanel: 428.6 Km/h, un valor que probablemente se tarde bastante tiempo en batir, aunque todavía un poco lejos de los 434 Km/h homologados para el modelo.

Y para finalizar, el registro de The Stig en la vuelta rápida: si el Veyron había hecho un tiempo de 1:18.3, este Veyron Super Sport rebaja la cifra hasta los 1:16.8, el coche más rápido de todas las Fastest Laps. ¡Adiós, Gumpert Apollo, adiós! Llama especialmente la atención la aerodinámica variable del Veyron Super Sport, y cómo trabaja su alerón posterior en aceleraciones y frenadas.

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