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23 de abril de 2011

Bugatti se descuelga con dos versiones especiales del Veyron 16.4 en Shanghai

Si alguna vez habéis trasteado con el configurador online del Bugatti Veyron 16.4, sabréis de primera mano que las posibles combinaciones entre colores, interiores y acabados son prácticamente infinitas. En consecuencia, es de esperar que no haya dos Veyron iguales. Sin embargo, en Bugatti no han querido desaprovechar el salón de Shanghai para ofrecer dos versiones “especiales” del singular biplaza… lo que resulta bastante paradójico, dado que cada una de las unidades fabricadas es prácticamente única. El hecho es que, aprovechando el debut asiático del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, el fabricante alemán francés ha decidido ofrecer dos versiones exclusivas para el mercado chino, lo que demuestra lo importante que éste es para el segmento de los deportivos y coches de lujo.

La primera de ellas está basada en el Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport, la versión descapotable del deportivo alemán francés. Mecánicamente, las diferencias entre esta edición especial para Shanghai y en Grand Sport estándar (si és que esta palabra puede aplicarse a un deportivo de este calibre) son inexistentes, pues parten del mismo motor W16 y cuentan con las mismas especificaciones técnicas. Las diferencias están en los acabados y en el interior. Para empezar, el Grand Sport viene acabado en blanco mate, un color que contrasta a la perfección con la fibra de carbono pintada en azul oscuro de la parte inferior del vehículo. El mismo tono azulado lo podemos encontrar en las llantas y en el interior del habitáculo, combinado con un atractivo bordado blanco.

Por su parte, el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport for China viene acabado en un siniestro color negro, el mismo color de la fibra de carbono “al desnudo” (pues esta versión carece de pintura). El contraste se consigue con varios elementos acabados en aluminio pulido: desde la tapa del depósito carburante hasta los logotipos EB o los centros de las llantas. Dicho contraste tiene continuidad en el interior, con una combinación de tonos (Snow Beige y Beluga Black, para ser precisos) que resalta la exclusividad del modelo. Los 1.200 caballos y los 1.500 Nm de par se mantienen para esta edición especial, una versión que marca el debut del Veyron 16.4 Super Sport en el importante mercado asiático.

Sin embargo, y a pesar de que una versión especial siempre es algo a tener en cuenta, no deja de ser un poco estúpido ofrecer un coche que poco o nada ofrece de más respeto la versión en la que está basada (porque no nos engañemos, estoy convencido de que podemos conseguir el mismo acabado en cualquier otro Veyron). ¿Que hace especial, pues, estas dos versiones? Pues supongo que la placa que acreditan su exclusividad, porque por otra cosa no será. Pagani, en este sentido, se cubrió de gloria durante los últimos meses de vida del Zonda, a raíz de una versión especial cada dos semanas: Uno, HH, Tricolore, One, Absolute. Si os soy sincero, encuentro mucho más sentido en una versión especial como el Opel Corsa OPC Nürburgring Edition, donde los técnicos han ganado potencia y han mejorado tanto el equipamiento y la imagen exterior como las suspensiones o los frenos.

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