Si te compras un Audi R8 que cuesta más de 120.000 euros y tienes envidia de BMW, no pasa nada, colocas a modo de pegatina todos los logos que puedas por toda la carrocería del R8. Lo más gracioso para nosotros es que han puesto en la parte trasera las siglas, 850i. Qué fuerte.
No entendemos cómo la mente humana puede hacer este tipo de cosas, se supone que si te compras este tipo de coche, es mejor no tocar mucho su estética porque quedaría cuanto menos atractivo. Su dueño sólo pensará en caer bien a la gente y poco más. Corresponde al 4.2 V8 FSI.
Otro tema son las llantas de dudoso gusto, a juego con la aleta negra pero no le quedan tan bien como las de serie. Cuando agrandéis las fotos os asustaréis un poco, y las retinas de los ojos se empezarán a quemar, ya que el listo ha arrancado los aros Audi en la parte del motor de una manera impresionante. ¡Qué horror, pero si quedan las marcas!