Recientemente me he enterado del proyecto Bus Roots. Este experimento artístico y medioambiental propone la creación de jardines rodantes para la ciudad de Nueva York. Su premisa es bien sencilla: hay 4.500 autobuses de la MTA (Metropolitan Transport Authority) rodando por Nueva York. El techo de cada autobús tiene una superficie útil de 31.5 metros cuadrados. Con una simple multiplicación, podríamos disponer de una superficie ajardinada adicional de 141.750 metros cuadrados.
Esta superficie es equivalente a tres Bryant Park, un famoso y amplio parque de “la ciudad que nunca duerme”. En la imagen que preside el artículo, el primer autobús parte de este proyecto, promovido por Marco Castrocosio, empleado de la New York University. Castrocosio cita como principales beneficios de este jardín móvil una mayor reducción de CO2 y un mejor aspecto para las grandes avenidas neoyorquinas, totalmente desprovistas de vegetación en la mayoría de casos.
De desarrollarse al completo este proyecto, habría que afrontar una nueva serie de retos, como el riego y mantenimiento de estos jardines con ruedas. Hay que tener en cuenta que serían jardines extensivos, con musgos y plantas de poco mantenimiento. Una florería sobre ruedas como el prototipo de la imagen requeriría demasiados cuidados. También hay beneficios para los usuarios de los autobuses, principalmente un mejor aislamiento térmico tanto en invierno como en verano.
¿Qué opináis de este proyecto? Posiblemente no llegue lejos, pero es una interesante aproximación a la reducción del CO2 en las grandes ciudades, y un acercamiento a una vida más verde.