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31 de marzo de 2010

En el futuro de Lamborghini no hay hueco para los cambios manuales

El mundo de los superdeportivos de altas prestaciones no es ajeno a los ires y venires del mercado automovilístico, y también deben correr para quedarse en el mismo sitio. Hace años la posición de mercado de Ferrari y Lamborghini era incontestable, pero ahora tienen una feroz competencia por parte de Mercedes, Porsche, Audi o Nissan, por citar sólo algunos ejemplos. El respeto al medioambiente también se empieza a tener muy en cuenta, mientras se busca la diferenciación clave en el segmento.

Lamborghini ha sido tradicionalmente una marca enfocada en diseños extravagante y absurdas dosis de potencia, con el objetivo de llamar la atención y alcanzar velocidades de locura, la esencia del superdeportivo. Pero las prioridades cambian, aunque Lamborghini sigue teniendo el diseño como principal objetivo, el segundo puesto ha pasado al comportamiento dinámico, relegando aceleración y velocidad punta a los terceros y cuartos puestos de manera respectiva. Los tiempos cambian.

Al igual que Ferrari con las cajas de cambio manuales, Lamborghini también se pasa al bando de los automáticos. Las razones son una mayor eficiencia en el consumo, cambios de marcha más rápidos y mejores sensaciones para el conductor. De hecho, la gran mayoría de los nuevos Lamborghini se venden con la caja de cambios E-Gear, aunque siempre sigue estando disponible una manual de seis relaciones. Valentino Balboni se hubiese enfrentado a esta decisión, pero todos sabemos que ya se ha jubilado.

Además de perder un pedal, los futuros Lamborghini serán coches más ligeros, en los que la fibra de carbono y los materiales compuestos jugarán un papel importante. Esta ligereza redundará en un comportamiento más ágil – menos sujeto a inercias – y un menor consumo de combustible, aunque encarecerá la construcción de los vehículos a priori. A priori porque las economías de escala pondrán la fibra de carbono al precio del aluminio a mediados de la década, según los expertos cerca de 2014.

Al hilo del ahorro de combustible, choca que en estos tiempos de downsizing y sobrealimentación Lamborghini escoja ir a contracorriente. Han anunciado que seguirán apegados a los motores atmosféricos, ya se las ingeniarán para consumir menos gasolina, concretamente mediante la inyección directa, desactivación de cilindros en baja carga e incluso semihíbridos. No quieren hablar de propulsión alternativa, aunque habrá compatibilidad con biocombustibles principalmente por la normativa CAFE estadounidense.

Recordemos también que Lamborghini abandona la guerra de potencia, un coche más ligero tendrá mejores prestaciones y no necesitará tanta potencia, recordemos la filosofía de Lotus. Pero no debemos preocuparnos, si la tendencia es hacia coches como el Gallardo LP570-4 Superleggera no creo que haya muchas quejas.

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