Allá por 2008 un interesante artículo sobre los excesos del SEMA y entre ellos estaba el Knight XV. Aparte de parecer un coche post-apocalíptico es un todoterreno blindado capaz de proteger a sus seis posibles ocupantes de los ataques armados más potentes que se nos puedan ocurrir.
A medio camino entre un todoterreno grande y un tanque el Knight XV es cualquiera cosa menos bonito. Viene preparado para aislar a los pasajeros de un gran fuego exterior, para recibir balazos de un calibre bastante alto (nivel B7) o para surcar terrenos complicados con alegría y sin peligro a los pinchazos gracias a sus casi 23 pulgadas de diámetro de rueda “run on flat”. Dos poderosos motores apoyan estas razones.
Por dentro al Knight XV no le faltan detalles multimedia ni unos grandes asientos de cuero pero no es por ello una joya en lo que a diseño se refiere. Todo es tosco y áspero pero hay que reconocerlo, no es precisamente el coche que utilizará su adinerado poseedor para ir a buscar a los niños al colegio. Si se utiliza para ello se pueden entretener con unos DVDs o la televisión por satélite.
En abril se celebrará el Top Marques de Mónaco que, como seguramente sabréis, es un evento hecho para presentar los coches más lujosos y los yates más caros del mundo entre otras cosas. Allí estará el Knight XV en su versión europea que básicamente se distingue de la americana por el tipo de motores. Se ofertará con dos, un gasolina 6.0 V8 de 325 CV y un poderoso diésel de 300 CV de 6.7 litros de cilindrada.
Aunque parezca mucha potencia no es tanta si tenemos en cuenta lo mucho que pesa el Knight XV, 5.900 Kg aproximadamente, y aún así ni se acerca a los 10.000 Kg que pesa la limusina del presidente Obama. Por supuesto lleva transmisión a las cuatro ruedas y un cambio automático de cinco marchas para asegurar una respuesta contundente.
El Knight XV se produce de forma artesanal y lleva unas 4.000 horas terminarlo a gusto del cliente. Su precio dependerá de los extras que se le pongan y que no son pocos, por ejemplo una sirena de alarma, el arranque a distancia, cámaras de vigilancia, transmisor GPS, etc, pero de forma básica cuesta 310.000 dólares.