Tamiya es una empresa japonesa de renombre mundial, conocida por sus coches teledirigidos e hiper-realistas maquetas de todo tipo de vehículos. Uno de los productos más conocidos e icónicos recordados por aquellos que ya tienen una edad son los Tamiya Sand-Scorcher. Es un coche teledirigido, un ejercicio de imaginación sobre cómo sería un Volkswagen Escarabajo adaptado para surcar las dunas de cualquier playa. Se vendía en un kit de automontaje durante los primeros años de la década de los años 80.
Entre otras peculiaridades estaba una calidad de construcción nunca vista en un pequeño coche teledirigido, con multitud de componentes de metal, goma y plásticos de buena categoría. El diseño también era muy importante, grandes ruedas traseras, motor bóxer al aire y decoración de competición. Hasta a mí me apetece coger un Sand-Scorcher y hacer rally por el salón de mi casa. Y no se descuidaba la técnica, el esquema delantero de suspensiones del pequeño coche era idéntico al de un Escarabajo real.
Hoy en día los kits originales son muy cotizados, y un Sand-Scorcher sin desempaquetar puede subastarse por unos 5.000 dólares. Tamiya ha puesto a la venta una edición limitada para celebrar el 30 aniversario de este icono del R/C, fabricada actualmente, que sólo se puede conseguir de importación por 505$. Se ha presentado en la Feria del Juguete de Nuremberg (Alemania), un lugar con una gran tradición juguetera. Lo mejor de todo es que iba acompañado de un modelo a escala real, recreado con todo detalle.
Bug Box, un taller alemán especializado en la customización de los Beetle, lo ha creado para la ocasión, y a buen seguro ha captado todas las miradas. Se ha hecho sobre la base de un Volkswagen Escarabajo auténtico, al que se le ha recortado la carrocería para dejar hueco a las enormes ruedas. En la parte trasera el motor sobresale, protegido con barras de refuerzo y un escape vertical que es todo un clásico. Todo el vehículo es 100% funcional y en el habitáculo incluso lleva una jaula antivuelco.
No hay datos de potencia, precio o vídeos, pero desde luego consigue darnos un vuelco al corazón. Es el coche teledirigido para los niños ya adultos, y casi que lo preferimos sin el mando teledirigido, mejor lo llevamos en modo manual, ¿no creéis?